Cada compañía es única y tendrá que rediseñarse nuevamente, todo comienza planteándose las preguntas correctas.
Con el regreso a las operaciones de actividades no esenciales, las empresas comienzan a establecer los procesos para la reapertura de sus organizaciones, fábricas etc; sin embargo, traer de vuelta a la gente sin estar realmente preparados podría ser peor que la primera vez que abandonaron la oficina.
Muchos estudios indican que existe el escenario para retornar. Por ejemplo, según el Termómetro Laboral de la OCC Mundial, al 18 de junio de 2021, un 46% los que trabajan presencialmente, el 26% hacen home office y un 22% de ellos tienen un esquema híbrido.
La encuesta hecha por Best Practice Institute (BPI) exhibe una brecha entre los trabajadores y empleadores. El 83% de los directores ejecutivos desea que los empleados retornen al centro de trabajo de manera permanente. En contraparte, solo el 10% de los trabajadores tiene interés en regresar a tiempo completo. Frente a esta dicotomía, ¿Qué hacer?
Generar las condiciones: ¿por qué volver?
Frente a la incertidumbre o inquietudes de los empleados, la opción es conversar sobre las nuevas modalidades de trabajo. se requiere volver, se debe hacer “un mapeo de todas las funciones que se tienen en la compañía, analizar cuáles pueden realizarse vía remota, si se cuentan con las herramientas tecnológicas y de productividad para que se pongan a disposición de los empleados y puedan realizar sus tareas”.
Si queremos regresar, primero debemos organizar o reorganizar?
Replantear su diseño organizacional es crucial, no todos los trabajadores se sienten confiados de volver al trabajo, no confían en que su labor diario tenga una garantía de resultado. Este puede ser el punto de partida para ese necesario plan de retorno seguro, para brindar la seguridad de que cada empleado, está en el lugar correcto.
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