Generalmente, las personas buscan empleo con la finalidad de, o ejercer su carrera o de obtener un ingreso económico, pero siempre con la idea de que su próximo trabajo será el adecuado para desarrollarse en todos los ámbitos de su vida.
La permanencia en el contexto laboral dependerá de si la persona siente que es valorada dentro de su empresa y de si existe la oportunidad de escalar a un siguiente nivel, sin embargo, muchas empresas olvidan que un colaborador será más eficiente, cooperador y leal si es estimulado y alentado por su buena actitud al desempeñar su trabajo y por los beneficios que éste genera a la corporación y no por las acciones que realiza para llevarlo a cabo. Lo recomendable es formalizar el Plan de Reconocimiento y Recompensas, afortunadamente hoy existen plataformas de gestión de Recursos Humanos (como SAP SuccessFactors) nos ayudan administrar este plan e integrarlo con algunos otros planes como pueden ser objetivos y desempeño.
Recordemos que las personas actúan más por la emoción que por la razón y que siempre existe la necesidad natural de confirmar su posición como miembro aceptado y funcional dentro de la humanidad por lo que dar un reconocimiento genuino y sincero a las buenas actitudes del empleado para ejecutar su trabajo propiciará un mejor rendimiento ayudando a que éste se sienta motivado y feliz para regresar al siguiente día a su empresa. Por el contrario, la adulación únicamente generará un sentimiento de ineficiencia, pues lejos de hacer sentir a un colaborador valorado lo hará pensar que trabajar es sólo parte del beneficio de otro y que no realizarlo puede tener consecuencias negativas sobre él o su empleo.
No olvides, que al dar y recibir reconocimiento por la función que se desempeña, el potencial de las personas se activa e intensifica, lo que fomentará el avance corporativo de la organización.
Araceli Gómez Vite
Ejecutiva de Desarrollo de Negocios en RRHH